Hoy me desperté pensando en ti, no creas que me sucede a menudo, disculpa por no escribirte antes, he estado ocupada. No creas que he dejado atrás los días en los que me abrazabas y rogaba por dormir contigo, resulta que ahora tengo tantas cosas por hacer, tantas metas que cumplir, tantos objetivos planteados que a veces se me olvida lo que en verdad importa.
Los días como hoy, cuando la suerte se aleja y los problemas me arropan, el único pensamiento que me consuelan eres tu, deseo volver a ser una niña, esa época donde todos los problemas se terminaban cuando tú te hacías cargo, entonces yo podía dormir tranquila.
Aprovecho para decirte que tengo días bueno y días malos, que los malos siempre son más intensos que los buenos, pero tu ejemplo me levanta cuando te recuerdo día a día con una sonrisa. Ahora comprendo que muchos de esos días no eran para sonrisas, eran para derrumbarse y llorar, pero no lo hacías, admiro tanto tu fortaleza y es esa fortaleza la que hace que me levante.
Ahora me dejo de tantas palabras y paso a decirte el motivo de mi carta, quiero decirte que aunque me enoje, no te llame, no me consuelen tus palabras y no escuché tus consejos, por las noches cuando mi voz no se escucha, escucho la tuya y analizo tus consejos y tus palabras, quizá no lo acepté y que después de esta carta continúe renuente a ti, por favor, cuando esté distante y mire para otro lado, saca esta carta y léela, porque será justo lo que pienso.
Quisiera darte un fragmento de mi vida
de esos pequeños que no conoces.
Quisiera arrancarme un pedazo de infancia
envolverlo en esperanzas.
Hay tormentas que me siguen
No llueve en nuestro hogar
no hay nubarrones grises.
Quisiera regalarte mis pensamientos,
fugaces, mudos y sin vida.
Ya no hay nada que esconder
y mucho que decir...
Te regalo un pasado que no puedo colorear.
Te brindo mis sueños de adolescente,
que florecían día a día como una flor en abril.
Te doy un pedazo de mi mundo,
arcoiris y sombras.
Te brindo con humildad lo desconocido;
el futuro con pinceles, tintura de colores.
Elia Santos
2020
Cuando el amor nos inunda
Nos abraza, nos llena
Llega la hora de ser valiente;
de abrazarlo y dejar que se instale
No resistirse, no condenarlo
Quizá se quede por un tiempo
o nos sorprenda y se quede para siempre.
Elia Santos
2020
Alzar la mirada a lo alto
ver el cielo azul,
tener a alguien que te abrace,
que te sostenga y sea tu voz
cuando te quedas sin palabras.
Cuando pienso en todo lo que tengo
he de decirte que soy afortunada
y espero que mi ir y venir no te abrume
que me abraces y sostengas siempre
a cambio te prometo;
el amor genuino, olvidar los puntos suspensivos
correr a tus brazos sin dudar
darte todo en una mirada
haré que sientas; que te amo.
Elia Santos 2020
A mi esposo en este día que no es una fecha especial, pero él no sabe de fechas especiales, cualquier día es bueno para sorprender cuando se ama, y yo estoy aprendiendo eso.
Te amo por la paciencia que tienen tus brazos
Cuando me abrazan fuertemente sin importarles,
Que de mi cuerpo salgan espinas.
Te amo por como me besas, ardiente y apasionado,
Sin importarte que mis labios se hayan congelado.
Te amo porque me desnudas despacio
Te amo porque esperas sin importarte las estaciones
Te amo porque sé que contigo estoy segura
Te amo por que te necesito y tu piensas,
Que soy fuerte e independiente
Pero te confieso que te necesito
Como el café que tu bebes cada mañana
Como la esperanza en un roto corazón
Así te necesito amado mío, amado esposo.
Elia Santos
2020